¿Incendio en el edificio? Por qué hay que evitar escapar hacia arriba
Un cortocircuito sería lo que gatilló un voraz incendio que quemó casi por completo un edificio residencial de 20 pisos en Milán, Italia. Una situación similar ocurrió en China, mientras que en Chile, hace pocas semanas una mujer evadió las llamas escapando peligrosamente por la terraza de su departamento, en el piso 16, en Santiago Centro. Cuando hay incendio, lo primero que hay que hacer es evacuar, pero hay que considerar que hay departamentos que corren más riesgos que otros. ‘En un incendio lo importante es el piso que se está quemando, el piso superior y el último piso del edificio. Si se quema el piso cinco, por ejemplo, el seis se va a empezar a quemar obviamente, pero también se ven afectados los departamentos del último piso por el humo caliente. El último piso siempre se va a ver afectado, independiente del piso que se está quemando’, indica Nicolás Uribe, bombero y CEO de la app de información para combatir emergencias en edificios LobbyControl.
El humo sube porque al tomar temperatura, es más caliente que el aire, se vuelve menos denso. ‘Entonces el humo empieza a subir, tal como si lo hiciera por un tubo hasta meterse al último piso. Se mete ahí porque (al no haber más construcción) hay más corriente de aire y vientos más veloces en la azotea, que lo empuja hacia adentro de los departamentos. Por eso es importante que la gente que vive en el último piso conozca aún mejor los protocolos de emergencia de la comunidad y pueda evacuar’, comenta. Humberto Álvarez, prevencionista de riesgos y director de la carrera de Ingeniería en Seguridad y Prevención de Riesgos de la Universidad Andrés Bello, explica que esta es una situación preocupante porque el humo es igual de agresivo que el fuego.
‘Hay mucha gente que piensa que por estar en el último piso debe subir al techo para escapar, pero no sabe que van subiendo junto con el humo. En 1981, para el incendio de la torre de Santa María, hubo personas que no murieron quemadas, sino que por la inhalación de humo’, indica. Susana Mayer, prevencionista de riesgos y directora de Ingeniería y prevención de riesgo de la U. de las Américas, indica que cuando se inhala el humo caliente, se seca todo el sistema respiratorio. ‘Por eso hay que mojar una toalla, ponérsela en la cara y andar a ras del suelo, porque el calor que se siente es indescriptible’, detalla. El bombero y prevencionista de riesgo Francisco Nahuelhuaique detalla que aunque se esté en los últimos pisos, se debe bajar por las escaleras de emergencia para salir de las viviendas. ‘Siempre las evacuaciones deben ser hacia abajo, a menos que el paso por unos de los pisos esté bloqueado por el fuego. Ahí no queda más que subir’, afirma.
Simulacros
Los especialistas destacan la importancia de hacer simulacros para saber qué hacer ante los incendios. Luis Sánchez, prevencionista de riesgo y docente de la carrera de Prevención y Control de Emergencia de la Universidad Mayor, comenta que cuando se hacen simulacros, generalmente son para ver cuánto se demoran las personas en salir y esos sirven más para terremotos.
‘Hay que hacer ejercicios específicamente para incendios, generando situaciones reales, mostrándole a los vecinos dónde están las alarmas o los extintores, por ejemplo, para que las personas se puedan familiarizar con ello’, detalla. ‘Me ha tocado ver papás que arrancan solos y se olvidan de ayudar a sus hijos. Una emergencia perturba por completo y hace que algunas personas pierdan el raciocinio. Uno cree que está preparado pero no lo está’, dice Álvar